¡SI! Mi experiencia dice que las sesiones deben ser tomadas en entorno mas facilitador. A veces una sesión individual puede traer cosas que no se dicen en familia, por lo tanto, recomiendo abrirse a todas las posibilidades. Las sesiones también tienen un desarrollo positivo en la comunicación y en el procesamiento de las dificultades, así que es muy positivo abrir todas las opciones.

La recomendación es que con niños o adolescentes que tienen un nivel de sensibilidad diferente, el enfoque sea terapéutico y no de coaching, y que entre los profesionales estemos en comunicación constante para poder contribuir al bienestar de los pacientes.

Obviamente es imposible escribir un número, solo que mi experiencia dice que ya desde la primera sesión se nota un cambio significativo en la percepción de la situación y por lo general eso ayuda a accionar positivamente.

La diferencia principal es que en el coaching nos enfocamos en el factor puntual que causa la ansiedad y el malestar y trabajamos con diferentes técnicas que ayudan en el “ahora”. En psicología se indaga mucho mas en la persona, con técnicas que son más profundas pero que también llevan más tiempo de trabajo. La combinación entre ambas es la ideal para obtener el mejor resultado en el largo plazo.

El espacio de conversación es totalmente discreto, confidencial y privado. Solo en caso de que haya un pedido o acuerdo de participación de información entre el coach y el cliente, se dará información a otra persona, medico, terapeuta, etc. Las mismas reglas de respeto a la privacidad que rigen para toda terapia, rigen para el coaching.